El control consta de dos fases: en la primera, al comienzo de Ja obra, se
efectúan unos ensayos de aptitud para comprobar la validez del origen de
suministro escogido; en la segunda, a lo largo de la obra, se efectúan
periódicamente unos ensayos de control para comprobar que las características
continúan sjeido adecuadas. Cuando se trate de hormigón preparado, será la
central la obligada a efectuar estos ensayos.
1.º CEMENTO
Los ensayos de aptitud deben efectuarse sobre la totalidad de las
característiças que prescribe la Instrucción RC97 , para lo cual déberáenviarse una muestra de 8
kg al laboratorio, con suficiente antelación respecto al
comienzo de la obra. El laboratorio debe determinar también el contenido en ión
cloro, valor éste que, sumado a los contenidos que aporten los restantes
componentes del hormigón, no debe exceder del 0,4% del peso del cemento, por razones de
durabilidad.
Una vez aprobado el origen de suministro, se debe efectuar un ensayo de control
cada tres meses de obra en casos normales, tomando una muestra de 8 kg formada por mezcla intima
de tres porciones por lo menos. Estas porciones se tomarán de diferentes sacos
o a distintas profundidades del silo si el cemento se suministra a granel.
La muestra debe corresponder a una misma partida de cemento, no debiendo mezcla
porciones procedentes de diferentes partidas.
Las determinaciones que deben efectuarse en cada ensayo de control son:
a) Si el cemento posee Sello o Marca de Conformidad:
• en este caso los ensayos podrán sustituirse por un Certificado, expedido por
el fabricante correspondiente a la producción de la jornada a la que pertenezca
la partida servida.
b) Si el cemento no posee Sello o Marca de Conformidad:
• componentes del cemento;
• principio y fin de fraguado;
• resistencia a compresión;
• estabilidad de volumen.
Un resultado negativo en cualquiera de las determinaciones,
confirmado por el oportuno contraensayo, debe dar origen al rechazo de la
partida correspondiente, salvo demostración de que no supone riesgo apreciable
para la resistencia y durabilidad del hormigón.
Con independencia de lo anterior, cuando el cemento experimente un
almacenamiento superior a tres semanas, conviene efectuar los ensayos de
principio y fin de fraguado y de pérdida al fuego, para comprobar que no ha
experimentado alteraciones (meteorización).
Respecto a las condiciones de almacenamiento y conservación del cemento.
2.° AGUA
Los ensayos de aptitud deben efectuarse sobre la totalidad de características
que prescriben las normas, para lo cual deberá
enviarse una muestra de 2
litros al laboratorio, con suficiente anticipación al
comienzo de la obra.
Una vez aprobado el origen de suministro, no es necesario realizar nuevos
ensayos durante la obra si, como es frecuente, se está seguro de que no
variarán las características del agua. En caso contrario (corno sucede cuando
el agua viene de pozos cuyo nivel freático varía a lo largo del año; o de ríos
cuyas aportaciones experimentan variación apreciable), deberán efectuarse
nuevos análisis en las ocasiones oportunas.
Es fundamental la absoluta limpieza del recipiente en que se recoja la muestra.
3.° ÁRIDOS
Los ensayos de aptitud deben efectuarse sobre la totalidad de las
características que prescriben las normas, para
lo cual deberá enviarse al laboratorio una muestra de 15 litros de arena y 50 litros de grava.
Si se desea que el laboratorio realice también ensayos de dosificación, la
muestra deberá ser de 200
litros de arena y 400 litros de grava.
Una vez aprobado el origen de suministro, no es necesario
realizar nuevos ensayos durante la obra si no varían las fuentes de origen.
Pero si éstas varían (caso de canteras con diferentes vetas) o si alguna
característica se encuentra cerca de su límite admisible, conviene repetir los
ensayos periódicamente de manera que durante toda la obra se hayan efectuado
por lo menos cuatro controles.
Independientemente de lo anterior, que se refiere a ensayos de aptitud de los
áridos para fabricar hormigones deben
efectuarse durante la obra controles de granulometría (prestando una especial
atención al tamaño máximo del árido) y de contenido de humedad, con la
frecuencia adecuada a las variaciones esperables.
Conviene conservar muestras de los áridos, en especial de la arena, hasta un
año después de finalizada la obra. Bastan las mismas cantidades indicadas como
necesarias para los ensayos de aptitud
4.º ADITIVOS
Es difícil controlar la calidad de los aditivos en sí, debido a que son
productos amparados por patentes Y no suele haber información suficiente acerca
de su composición.
Los ensayos iniciales de aptitud pueden efectuarse realizando cinco series
comparativas de seis probetas una serie sin aditivo Y las otras cuatro con
diferentes dosis del mismo (iguales a 0,5; 1; 2 y 3 veces la dosis recomendada
por el fabricante), con objeto de conocer su efecto sobre el hormigón. EL
parámetro que debe medirse es el modificado por el aditivo (resistencia a tres
días; contenido en aire ocluido; principio y fin de fraguado, etc., según el
caso).
No deben utilizarse aditivos que no vayan correctamente etiquetados y
acompañados de un certificado de garantía del fabricante.
5.º ADICIONES
Si se emplea humo de sílice o cenizas volantes, debe
exigirse un certificado de garantía, emitido por un laboratorio acreditado,
relativo al cumplimiento de las prescripciones correspondientes.
Los ensayos de aptitud deben efectuarse sobre la totalidad de características
que prescriben las normas. Para la determinación del índice de actividad debe
emplearse el mismo cemento que vaya a utilizarse en la obra.
Una vez aprobado el origen de suministro, se debe efectuar un ensayo de control
cada tres
meses de obra, efectuando las siguientes determinaciones:
• Para las cenizas volantes: trióxido de azufre, pérdida por calcinación y
finura.
• Para el humo de sílice: pérdida por calcinación y contenido de cloruros.
El incumplimiento de alguna de las especificaciones será
razón suficiente de rechazo.