Una vez extraida la mata de cobre, se procede a oxidar el hierro que contiene y el azufre formandose escoria de hierro con uno y gas de dióxido de sulfuro con el otro, posteriormente el material que no es cobre en un 100 % se refina por medio de un proceso electrolítico y se obtienen hojas de cobre con un 99.9 % de pureza, las cuales se vuelven a fundir en lingotes, barras u otras formas que después se procesarán para fabricar las piezas de cobre.
El cobre en su estado más puro posee las siguientes propiedades físicas: módulo de elasticidad a la tensión 1.19 x 106 kg/cm2, módulo de rigidez cortante 448,000 kg/cm2, peso específico 8.9 (a 20 °C), coeficiente de expansión térmica 17.7 x 10-6 /°C (desde 20 a 300 °C). El cobre puro al aire seco es inoxidable, pero expuesto al aire húmedo desarrolla una capa de sulfato hidroxil-cúprico de color verdoso característico de este material. El cobre puede soldarse y unirse en caliente por forja o maquinarsele en diversas formas tanto en frío como en caliente. Este material aleado con el zinc forma el latón, con el estaño forma el bronce, con el aluminio forma el bronce al aluminio, con el níquel forma el cuproníquel entre otros, todos estos materiales compuestos evidentemente poseen mejores cualidades físicas.