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lunes, 14 de marzo de 2011

CONSTRUCCION CON HIERROS (EN ESPERA).

En un edificio de estructura  de hormigón armado, pero cuya cimentación corrida  se haya  resuelto con hormigón  en  masa, la unión de ésta y los pilares se  resuelve mediante  las «esperas»,cuya definición  corresponde  al argot de albañilería.


Estos hierros, embutidos en   la  cimentación  y  sobresaliendo  por  encima de la rasante de la misma, tienen como misión   la de unir  toda la estructura, por  lo que  estos  hierros  y  aun  respondiendo  al  cálculo  deberán  tener  un par de diámetros más que el  que le corresponda   al pilar.


La  situación  exacta  de  los  mismos  es  como  se  presenta  en   la  fig. 77 (planta)  y fig.  78  (sección)   o  sea  la   parte  embutida  en  hormigón   (no menos  de 69  cm)  deberá  ser   igual  a   la  que   se  eleva  por  encima  del  nivel del  mismo.


Si el  replanteo del  edificio se ha   realizado por  el sistema de camillas,  la colocación de  los esperas se realizará  fácilmente si efectuamos la colocación (cosa  que  de  otro  modo  no  sería  posible)   antes  de  que  el  hormigón se endurezca,  es decir que  el momento   justo  de su colocación  es cuando  éste comienza su  fraguado.



De camilla  a camilla  (fig. 79) se  tiran  los cordeles en  cuyo  centro se formará  un  cuadrilátero  que será el  pilar, y para  lo cual  habremos descontado los  gruesos  de  recubrimiento.  A  más   los  gruesos  de  los  hierros  del  pilar, posteriormente  será  fácil introducir los hierros en el hormigón, auxiliándose de  una  maceta  haciéndoles  pañear  con  los  cordeles  fijados  anteriormente.

PROTECCION DEL HORMIGÓN CONTRA LA INTEMPERIE

Aparte  de  los  agentes   químicos  los enemigos del  hormigón son las variaciones de   temperatura  y, más concretamente, las heladas y el calor excesivos.

Las temperaturas  muy bajas retrasan el fraguado, debiendo suspenderse esta  operación  cuando   el   termómetro  marque 4 . º   Algunos  autores  aconsejan que si a una temperatura de O" es necesario continuar hormigonando, se añada a la masa aditivos tales como el cloruro de calcio en  una  proporción en  peso  del  4  al  5  por  100,  o  bien  se  calienta  el  agua  de  amasado;  pero estos procedimientos  tienen el inconveniente de disminuir  la resistencia mecánica  del  hormigón.  No  obstante y si  por  la noche  pueden  preverse heladas, deberá  protegerse el cimiento  mediante paja, tierra,  sacos, etc.

A  los 7 días  de endurecido  un hormigón el peligro de heladas ha cesado por  completo.

En   las   altas   temperaturas  de 35  a  40º  es  más  práctico dejar  de  hormigonar,  pero   si  se   insiste  en  ello, convendrá  resguardar  el  cimiento del  sol por medio de  sacos,  ramas, etc., sobre las que  continuamente se  tendrá un ambiente de humedad mediante riegos continuos.

Como dato curioso diremos que  tanto el aspecto de bufado  (calor) como el de helada,  no se diferencian  nada en  absoluto.

UNIONES DE HORMIGON INTERRUMPIDAS: Interrupciones en la Construcción de Cimientos.

Ocurre  diariamente  que  en  el  relleno  de  zanjas,  bien  por   terminación de  jornada de trabajo, o bien por  traslado  de   tajo,    etc.,  se  interrumpe la construcción  de  un  cimiento,  que no obstante  y  pasada  esta  circunstancia transitoria   será  necesario  continuar.

Para ello, a f i n  de establecer en lo posible su continuidad monolítica, esta interrupción  no  se  dejará  con  el  talud natural que forma el hormigón ni mucho  menos  en  su  plano  inclinado  (figura  73),  sino  que  se   tomarán   ciertas  precauciones  que  conviene  reseñar.

Figura  73 

Calculado  el  espacio  en  que  acabaremos  de  hormigonar, con  unas  tablas de   encofrar haremos un encofrado en   forma  de  línea quebrada (fig. 74) o si se considera más fácil en  forma de V  (fig. 75), que fijaremos en  las zanjas  mediante  unos  pequeños  codales,  cuyo  encofrado  se  podrá    retirar  en el  momento  en  que  el  hormigón  haya  tomado  algo  de  consistencia.  Si  al reanudar   la  cimentación  consideramos  que  la  cara  o  caras  con   las  que  se mantuvo  en  contacto  con  el  encofrado  quedarán  lisas  o  casi  enlucidas,  se salvará,  en  parte,  esta   dificultad   picando   las  superficies  correspondientes y  vaciándolas   después  con  abundante  lechada  de  cemento  puro. Caso de que su continuidad sea en sentido ascendente.  se anclarán  unas piedras  tal  y como  se  indica  en  la  figura 75;  pero  sin  olvidar  la  lechada  dicha  anteriormente, precaución  a tomar no solamente en cimientos, sino también en cualquier  estructura  en  la  que  el  hormigón  sea  el  material  preponderante  de relleno. 


domingo, 13 de marzo de 2011

Mechinales.

Pero  antes  de  echar  en  las   zanjas   las  primeras   tongadas  de  hormigón, se   replanteará con  sumo cuidado  el  lugar  en que  hayan  de  ir  situados los conductos  para  aguas  residuales,  así   como   su  altura.

Esto  tiene  por  objeto el  prever  antes del mezclado  de cualquier  tipo de  cimentación,  no  la colocación  de  los   tubos, sino  los huecos por  donde han de  introducirse  los mismos, ya que, de otra manera,  sería  forzoso perforar la   cimentación,  lo que significaría  un  costoso  trabajo   además de   la  forzosa vibración  producida por  el  mazo y  el  puntero, cosa no muy  recomendable.

Estos mechinales pueden dejarse  sin perjuicio para el cemento de las dos formas siguientes:

a)    de  madera

b)    de  yeso.

Los de madera no son más que un pequeño encofrado realizado mediante cuatro   tablas  clavadas  por   sus  extremos  y  fijados   en   la masa  de  hormigón mediante  el mismo.

Estos  tienen  el  inconveniente de que, si  el  cimiento o la situación de los  mismos es profunda, costará trabajo recuperar las tablas, por  lo que nosotros siempre hemos preferido  los de yeso.

Con  yeso corriente, se hace un macizo cilíndrico con diámetro un par de  centímetros mayor que  lo que   luego   tenga el   tubo y  de   igual  longitud  que el   ancho  del  cemento. Una vez  fraguado y endurecido  el yeso se coloca  en sentido   transversal  a   la  zanja  y  en  el  lugar  indicado  por   los  planos,  y  se hormigona  tranquilamente,  para  después   cuando  convenga,  perforar  fácilmente, con  cualquier  herramienta  puntiaguda,  este  yeso.  Lo que  se   conseguirá  a   los  pocos  momentos,  teniendo  el  conducto  perfectamente  logrado.

El  que  recomendamos  que  se  haga  un  par  de  centímetros  mayor  que el  tubo, es  con el  fin de contar con  la holgura necesaria  para introducir cómodamente  después  los  conductos.

Puesta en Obra del Hormigón.

El hormigonado o puesta en obra del hormigón,  lo llamaremos hablando de cimentación, relleno de zanjas. Consta de dos fases: E1 transporte desde el lugar de su confección y el lanzamiento propiamente dicho. El  transporte puede  hacerse mediante carretillas  y, si se  trata  de obras de mucha  importancia,  mediante  trenes de hormigonar,  castilletes de  distribución o cintas transportadoras. El lanzamiento tiene como  remate el apisonado del hormigón, que se realiza mediante pistones,  generalmente de  hierro.

Nos  ha  dado  siempre  un  resultado   práctico,  consiguiéndose  notables aumentos en el  rendimiento del trabajo, volcar el hormigón directamente en las  zanjas  mediante  una  tolva de madera o chapa realizada al  efecto (figura 72) y, sobre  todo, para grandes extensiones  a hormigonar, si se  dispone de hormigoneras accionadas con  motor a gasolina porque permiten un largo desplazamiento  de  los   tendidos  eléctricos.


Confección Mecánica del Hormigón.

Pero  hoy en  día  y  debido  también a  las amplias facilidades que  las casas constructoras  de  material  auxiliar  para  obras, conceden,  es   fácil  que  cualquier contratista  de  obras,  por  modesto  que  sea,  posea   una  hormigonera con  la que, no sólo se consigue  que el  esfuerzo humano sea menor al confeccionar  el  hormigón,   sino que  su  rendimiento  es  mucho mayor.

Hay  varios   sistemas  de  hormigoneras: desde   las  más   sencillas,  hasta  el
complicado castillete;  pero  las  más  usuales  son  los  dos  modelos  que  presentamos  a  continuación:

Hormigonera de bombo oscilante:  La figura 70   representa  una  hormigonera de  este   tipo, que suele   ser  de   tamaño  pequeño  para  no  más de  medio saco  de  cemento.  Como  observará  el   lector  en   la   figura,  va  dispuesta  para motor, indicándose  la  plataforma  del mismo,  ya que a  estas  hormigueras  se las  puede  adoptar,  indistintamente,  bien  un  motor  eléctrico  o uno  de gasolina.


Las características  técnicas de esta hormigonera son:

Capacidad  del  tambor,  160  litros.
Rendimiento, 3  a  4  m3  por  hora.
Potencia  del  motor,  2  CV.
Peso  propio  de   la  máquina,  incluyendo el  carro  de  transporte,  450  Kg.

La  mezcla  del hormigón  es debido  a que   el  tambor  donde  van  alojados los materiales  lleva dispuestos  unas palas fijas,  las que, al girar,  mezclan   los componentes  del  hormigón,  mezcla  que  será   más  completa  cuando  más rápidamente  se   consiga   remover    los  materiales  mediante   el  movimiento reseñado.

El   tiempo  de  amasado  coiitado  desde  que  ha  terminado  de  cargarse  el
tambor  hasta  la descarga de  éste,  viene  determinado  por  la velocidad  de  la máquina y  el  volumen  del  material  que  interesa  mezclar.  La  velocidad  del tambor  (velocidad óptima, es   inversamente  proporcional  a  la  raíz cuadrada del  diámetro  del  tambor),  por  ello,  la  duración  de   la  mezcla  debe  ser,  en hormigonera  de  eje  vertical  (basculante  del  tambor)    de  30  segundos  en  un   tambor  de  un  metro de  diámetro.  Y en  hormigoneras de eje  horizontal, 90 segundos con  tambor   también  de  un  metro  de diámetro.  En  hormigoneras de eje inclinado,  120 segundos con una cubeta de un metro de  diámetro.

Hormigoneras  fijas de  tambor  giratorio: Estas  hormigoneras   llevan  una tabla  junto  a  la  estructura de  la  máquina  para  recibir  los  materiales, canal inclinable  con  doble  mando  para  descargar  y  depósito  dosificador  de  agua.



La  figura  71   corresponde  a  una  hormigonera  del  tipo  que  describimos.

Se  construye de  diversos  tamaños  según  capacidad  del  tambor.

Estas  máquinas  son  para obras de  importancia,  por   su capacidad  y   rendimiento,  proporcionando grandes  masas de  hormigón   con   regularidad.

Es  muy  importante  que  para  confeccionar  el  hormigón  en  la  hormigonera,  se  echen  en  ella   los  diferentes elementos  siguiendo  exactamente  este orden:

1.º   Agua.  2."   Cemento.  3."    Arena.  4.º   Grava.

Ya  que,  de no  hacerlo  así, el  hormigón  no  saldría  homogéneo  y  habría zonas en  las que sobraría  de  un  material y faltaría de otro.

Sobre  todo  hay  que  tener  especial  cuidado en   echar  el  agua  primero  y su medida exacta,  pues  se ha dado el caso  de que al  adicionar  agua, el  hormigón  ha salido  bueno en  su  parte superior,  quedando, en  el  fondo, completamente seco.

Esto es fácil de comprender si se observa el trabajo de una hormigonera y la función  de sus palas   interiores, las que tienen por objeto impeler hacia arriba los elementos menos  pesados consiguiendo confundir y mezclar todoslos elementos  uniformemente.

sábado, 12 de marzo de 2011

Confección Manual del Hormigón en Cubetas Especiales.

Uno   de    los   procedimientos   que  , simplifica  extraordinariamente la puesta  en  obra  o  el  volcado  del  hormigón   en  zanjas,  pozos  de  cimentación,  etc.,  es  la  confección  del mismo en cubetas especiales (fig. 69), en donde  puede hacerse  el hormigón sin  más operaciones  auxiliares  que,  como  decimos antes, su puesta en obra, lo cual facilita  la  forma  cóncava  del  sistema que  estudiamos.  Mezclados   a  mano todos   los  elementos  que  integran  el hormigón  no es necesario transportarlo  a  lugar  alguno, ya  que  con un  simple   impulso,    la  cubeta   bascula,   pudiendo   terminarse  la  operación   mediante  una  batidera  de  palo  largo,  si es  que  en  el  primer impulso no haya volcado todo  y hubiera  quedado  dentro   del    aparato   restos del material.

Confección del Hormigón a Mano: Aplicaciones Hormigón en Cimientos.

El hormigón, como  todo el  mundo sabe, es una  mezcla de cemento, grava  y  arena,  cuya  dosificación  varía  según  el   fin  a  que   se destine.  Los  cementos a  utilizar  son  los de fraguado  lento  y,  a  ser  posible, los denominados   cementos  artificiales Portland,  aunque  en  cimentaciones  de  no  mucha envergadura,   pueden  utilizarse  los  naturales.  Pero   lo  que  sí  discutiremos son  los de fraguado rápido  por   la   razón  de que  como  todo hormigón  necesita  un  apisonado  y  éste  lleva  algún  tiempo,  aquél  fraguaría  antes  de  comenzar  tal operación.

A continuación presentamos en la  tabla 8  las  dosificaciones más comúnmente usadas  en fundaciones  de edificios,  indicando en  las primeras   columnas  la  proporción  en  volumen;  y  en  la  cuarta   los  kilos  de  cemento  que  entran  en  tal  proporción  por  m3  de hormigón  y  en   la  última,  sus  aplicaciones.


Relación  agua-cemento

En  la confección  del  hormigón,  la  relación agua-cemento  es de vital  importancia,  ya  que  un  exceso  de  aquélla  resta  un  poco  su  resistencia  mecánica,  lo que  hace  necesario  contratar  a  obreros y  capataces  con  cierta  responsabilidad  moral,  pues  hemos  visto  muchas  veces  cómo  éstos,   llevados de  su  tendencia a  reducir el  trabajo,  de  apisonado, procuran añadir  al hormigón   la mayor  cantidad  de agua posible  y   se  impone  la  necesidad  de que  el  hormigón  sea  trabajado convenientemente  cuando  no   son  muy  manejables  por  excesivamente  secos.

Una  prueba  práctica  de la   relación  agua-cemento,  la  obtendremos  fácilmente de la  manera   siguiente. Si al   tomar un poco de hormigón  y oprimirlo con   la  mano, se  forma  una  bola y   rezume  ligeramente y conserva   su  forma al soltarla, puede admitirse que  la cantidad  de agua es  la  conveniente.

A  no   ser  en  obras  pequeñas  o  de  escasa  importancia,  en  la  actualidad no   se hace el hormigón  a mano, pero como esta práctica se sigue utilizando especialmente  en el ambiente  rural, daremos  aquí  algunas normas al efecto:

Sobre  una  pastera   confeccionada  con   tablas  o  sobre  una  chapa,  vamos volcando  ordenadamente  y  con  arreglo  a  la  dosificación  del  hormigón  que queremos  realizar,  los áridos y el cemento en   seco.

Este montón se volverá, como mínimo, tres veces al objeto de que el  cemento se mezcle  íntimamente con  los áridos, cosa  que  reconoceremos  cuando  el montón haya  tomado un color gris  uniforme. Realizando  esto se  irá  volteando,  al mismo  tiempo  que  otro obrero eche agua  en  pequeñas dosis; hasta conseguir   la pastosidad común  del  hormigón  y  que  reconoceremos  mediante   la  prueba  ya   indicada.

Las normas  alemanas  prescriben que para el volteo  en seco, se mezclará separadamente  la  arena con   el  cemento  y   luego al montón   resultante  se  le  adicionará  la grava, con lo que ya  todo  junto se procederá  a nuevos volteos.

Esto es  comprensible,  pues  si el  secreto  de  un  buen  hormigón  es   el  que  el cemento se  confunda y  mezcle  uniformemente  cuando más volteos en   seco se den  mayor  será esta  uniformidad.

viernes, 11 de marzo de 2011

Reconocimiento de los Áridos que Forman el Hormigón.

Los  áridos  que  intervienen  en   la  formación  de  morteros  y  hormigones deben   tener ciertas características  en cuanto  a granulometría  y limpieza  de limos o  arcillas.

En la obra se reconocen  las arenas tomando un  puñado y estrujándolo en la  mano. Si mancha y no cruje, será una arena deficiente; pero si ésta deja la mano limpia  y  cruje  ásperamente, la  admitiremos  sin  más  averiguaciones.

También  se  puede  echar  un  puñado  de arena  en  agua limpia, que  quedará más o  menos turbia según  contenga  más o  menos  impurezas.

Pero estos  reconocimientos  de  tipo práctico,  no nos llevan  al  resultado final de conocer exactamente cuando  un árido es apto o no  para  su empleo.

Y  ante la  duda  no  nos quedará  otro  remedio que  investigar  químicamente su composición, lo que  en  la  práctica,  al  no tratarse de  un caso especial, se pasa  por alto,   quizá  por  el  retraso que en la  obra suponen  todas  estas  gestiones, de  no haberlas  previsto  antes  de su  comienzo.

En  las  normas  españolas se  prohíbe el  empleo  de  áridos  con  un  contenido de arcilla superior  al 3  por 100 en  peso.

Vamos  a  describir  primeramente  un  ensayo  de  arenas  a  pie  de  obra. 

 
Para ello se  toma una probeta de cristal o de  plástico de 250 centímetros cúbicos  (fig. 66).

De  la  muestra  representativa  de  la  arena  a  ensayar  se  toma  una  determinada porción que se  pasa por  un  tamiz y de  la parte tamizada se echa en la probeta  la cantidad necesaria  para alcanzar en ella la división100. A continuación  se  agrega  agua  hasta  la  división  150 y  tapando la  probeta  con  la mano, o  mejor  aún  con  un  tapón  de goma,  se  agita  vigorosamente  durante tres  minutos.

Se  deja sedimentar en  reposo  completo  durante  una  hora y  al  cabo  de este tiempo se observará en la  probeta tres zonas:

La  inferior  estará constituida  por  la  arena que  ya  se habrá  depositado.

Una  zona  intermedia  constituida  por  la  sedimentación  de  limos y  arcillas;  y una tercera zona de agua transparente o casi transparente.

Si  la  zona  ocupada  por  la sedimentación  de  arcilla  es  decir, la  intermedia, mide  menos  de 8 mm  (fig.  67) la  arena es totalmente  utilizable, siendo tanto más  limpia  cuanto  menor  sea  esta  zona.

Si  esta  zona   tiene  exactamente  8  mm,  la  arena   tendrá  el  ya  prohibido 3  por  100 de  arcilla,  por   tanto se  deberá  lavar, si ello es enconómicamente posible, o desechar  en  caso  contrario.

No  hay  que  decir  que  si  la  zona   fuese  superior  a  8  mm  (figura  68) es que pasa del  3  por 100, tanto más cuanto más  amplia sea esta zona.



Construcción de Cimientos con Hormigón en Masa.

Este  tipo de cimentación es el más generalizado cuando las condiciones del  terreno  lo  permiten;  es   también  el que menos  complicación  tiene  y el más  rápido en su  ejecución,  máxime si se dispone  de  una  hormigonera  corriente  de  250  litros,  accionada  con  motor   eléctrico  de  220  voltios  o  con motor de  gasolina.

jueves, 10 de marzo de 2011

Construccion de Cimientos con Hormigón Ciclópeo.

También se utiliza, sobre todo en grandes macizos, el hormigón ciclópeo.

Tiene  la  ventaja  sobre  los  anteriores  de  que  resulta    algo  más  barato  al eliminar   la mano de obra del oficial  u oficiales, ya que para la confección y puesta en obra del hormigón ciclópeo, no se requiere especialización alguna, bastando, por   tanto, los obreros con   la categoría de peones.

El  hormigón  ciclópeo   es muy  parecido  a  la  mampostería  hormigonada y  en   rigor deben observarse  casi  las mismas precauciones, con  la sola  diferencia de que en  la primera  debe  colocarse  la  piedra  como si se   tratara  de una  pared.  En  el hormigón ciclópeo, la piedra  puede ser más pequeña  y ser tirada  por  el  obrero  desde   lo  alto  de   la  zanja  y siempre  que  las  capas  de piedra  y hormigón, se  lleven  alternadas, es decir, tongada  de hormigón con tongada  de piedra, procurando que no se amontone  la  piedra ni  roce con  la pared de la zanja. Es decir que la piedra debe  ir  totalmente envuelta en hormigón  pues   en  caso  contrario se produciría  la  coquera;  la   terrible coquera de  la que hay que huir  a toda costa.

Construcción de Cimientos de Mampostería Hormigonada.

La cimentación  resuelta con  mampostería  hormigonada  constituye  una derivación de la anterior  con  la diferencia de que, en vez de utilizar el mortero como material de agarre, se  utiliza el hormigón.

La piedra se dispondrá  en hiladas horizontales. En cuanto al vertido del  hormigón, podremos decir que colocada   la primera hilada de piedra se recubrirá  con  una  capa de  hormigón  que  será  apisonada  con  todo  vigor, a fin de que  «la grasa" se   introduzca  por  todas las  juntas que pudieran quedar.

La  mampostería  hormigonada  se  realiza  mediante  banquetas   escalonada para dar  lugar (fig.  65), a que  la  piedra sea  colocada  como si se  tratara de  mampostería.


Este  trabajo  tiene  4  importantes  fases:

1. ª  Al  comenzar  la  cimentación, se  echará  en  el  firme la  primera   tongada  de  hormigón, que un peón,   calzado con  botas de goma y  provisto de un  rastrillo repartirá  a   lo  largo de  la  zanja de   forma que  venga  a  quedar de  unos 10 cm de  espesor.

2."  El  oficial,  provisto  de  paleta  sentará  la  primera  hilada  de  piedra, calzándola  lo suficiente con el  mismo hormigón de la zanja,  cuidando especialmente  de  que ninguna  zona  de  su  asiento quede  en  falso  o con alguna oquedad.

3.ª   Posteriormente se volverá  a echar  otra  tongada  de  hormigón  equivalente  a   la  primera,  en  cuanto  a  espesor,  que  será   igualmente  repartida por el mismo procedimiento  aprisionando después.

4."  Volverá  a  ponerse otra  hilada  de  piedra,  pero esta  vez  retranqueada 50 ó 60 cm  con el  fin  de  presentar  un  buen  enlace  cuando  se continúe el  trabajo;  y  así  sucesivamente   hasta  su  coronación   procurando  hacerla coincidir  con  hormigón,   cuya   superficie  se dejará a  «paso reglan, o   sea sin rematar,  para que  luego el  mortero de   arranque de  los muros «haga clavo" en  las  rugosidades; obteniéndose  con  esto  una  más  íntima  unión  entre  cimentación  y paredes.

jueves, 24 de febrero de 2011

Contrucción de Losas Nervadas de Hormigón en 1 y 2 Direcciones:

El encofrado para este tipo de losas será el mismo que para las losas macizas, con la diferencia de que sobre el tablero del encofrado de la losa se deben clavar complementos, tales como cerámica o plastoformo, dejando los nervios libres de acuerdo al ancho especificado en planos. (ver Figura 40)
 
Figura 40. Detalle de encofrado losa nervada

FUENTE: http://www.ingenierocivilinfo.com

Contracción de Losas Maciza de Hormigón.

Se deberá encofrar toda la superficie de la losa teniendo en cuenta que se debe dar la respectiva contra-flecha en la parte central de la losa.

Colocar tablas de 1 ” lado a lado en sentido transversal al encofrado de las vigas, las que estarán apoyadas sobre soleras de 2 ” x 2 ”. La soleras estarán colocadas cada 80 cm apoyadas sobre vigas de soporte de  2 ” x 4 ” previamente apuntalados con bolillos, los cuales estarán apoyados sobre cuñas de madera que servirán para nivelar el encofrado.
 
Figura 39. Encofrado losa maciza

FUENTE: http://www.ingenierocivilinfo.com

LOSA ALIVIANADA: Doblado y montaje de armaduras, Colocado del hormigón

Las losas alivianadas no requieren de un encofrado, ya que las viguetas están diseñadas para soportar el peso del hormigón al momento del vaciado, pero en luces grandes, estas deben estar apoyadas sobre soleras de 2 ” x 4 ” ubicadas cada 2 m  previamente apuntaladas.

Doblado y montaje de armaduras:

 El doblado y cortado de las armaduras será realizado de acuerdo a las medidas de los planos estructurales.

La armadura longitudinal será colocada sobre galletas. Los fierros de la armadura transversal serán sujetados a los fierros de la armadura longitudinal con la separación indicada en los planos estructurales.

Todas las intersecciones de las armaduras deben ser amarradas con alambre.

Colocado del hormigón:

El hormigón será vaciado de acuerdo con las especificaciones de preparación y puesta en obra del hormigón.

Al momento del vaciado se deberá colocar caballetes de madera sobre el encofrado de la losa. Son tablas colocadas en forma de  “ T ” para mantener el espesor deseado de la losa. Estos caballetes serán sujetados al encofrado de la losa por medio de alambres para evitar que se muevan durante el vaciado y serán retirados una vez que la losa haya sido nivelada. El nivelado de la mezcla será realizado con reglas metálicas y un frotachado grueso.

Desencofrado:

El desencofrado de la losa será realizado cuando el hormigón haya alcanzado la resistencia cilíndrica (28 días).

Curado:

El curado de la losa será realizado por lo menos durante los primeros de 7 días después del vaciado. Se colocará arena sobre la superficie de la losa para luego ser completamente mojada, lo que ayudará a mantener la humedad de la misma.

FUENTE: http://www.ingenierocivilinfo.com 

viernes, 11 de febrero de 2011

ZAPATA AISLADA: Construcción de Edificios.

Las zapatas aisladas no requieren de un encofrado ya que estas se construyen directamente sobre el suelo excavado.

Después de tener el terreno excavado con las dimensiones de la zapata aislada y cota correspondiente, se vaciará una capa de hormigón pobre sobre la base del terreno con una dosificación 1: 8 (cemento : arena) para empezar con el armado de los fierros.

Doblado y montaje de armaduras:

El doblado y cortado de la armadura será realizado de acuerdo a las medidas de los planos estructurales.

La armadura longitudinal será colocada sobre galletas. Los fierros de la armadura transversal serán sujetados a los fierros de la armadura longitudinal con la separación indicada en los planos estructurales.

Todas las intersecciones de las armaduras deben ser amarradas con alambre  para evitar que posibles desplazamientos de la armadura al momento del vaciado y vibrado del hormigón.
  El armado de fierros de las columnas será hecho afuera, es decir no se armará dentro de la zapata, después será bajado y colocado en plomada respetando sus respectivos ejes.
Figura 28. Armadura para zapatas aisladas
Se recomienda que los fierros de las zapatas que forman parte de las columnas lleguen a sobrepasar el primer piso de la construcción en una longitud de 40 veces el diámetro por encima de ésta (primera losa) y así evitar gastos innecesarios en los empalmes.

Colocado del hormigón:

El hormigón será vaciado de acuerdo con las especificaciones de preparación y puesta en obra del hormigón.

Antes de vaciar el hormigón se deberá marcar la altura h1 de la zapata en los cuatro lados con clavos y la altura h2 amarrando alambre en la armadura de la columna, esto para evitar que se produzcan incrementos de volumen.

Con la ayuda de un frotacho se irá formando las pendientes laterales de la zapata antes del fraguado del hormigón.

Después de 8 horas de vaciada la zapata, respetando los ejes de la columna, se deberá vaciar un dado en la parte superior de la zapata, el cual debe tener las dimensiones de la columna y una altura de 5 cm. La base de coronamiento de la zapata deberá tener una sección incrementada en 2 ” a las dimensiones de la columna, la cual servirá para poder asentar el encofrado de la columna.

El dado será vaciado con mortero de cemento con una dosificación 1 : 3 (cemento : arena).
Figura 29. Hormigonado de zapatas aisladas
 
Figura 30. Zapata aislada
Curado:

El curado de las zapatas será realizado por lo menos durante los primeros de 7 días después del vaciado mediante un vertido permanente de agua, hasta que el hormigón  haya alcanzado como mínimo el 70 % de su resistencia.

FUENTE: http://apuntesingenierocivil.blogspot.com 

Construcción y Diseño de Zapatas Aisladas.

Para construir una zapata aislada deben independizarse los cimientos y las estructuras de los edificios ubicados en terrenos de naturaleza heterogénea, o con discontinuidades, para que las diferentes partes del edificio tengan cimentaciones estables.

Conviene que las instalaciones del edificio estén sobre el plano de los cimientos, sin cortar zapatas ni riostras.

Para todo tipo de zapata, el plano de apoyo de la misma debe quedar empotrado 10 cm. en el estrato del terreno.

La profundidad del plano de apoyo se fija basándose en el informe geotécnico, sin alterar el comportamiento del terreno bajo el cimiento, a causa de las variaciones del nivel freático o por posibles riesgos debidos a las heladas. Es conveniente llegar a una profundidad mínima por debajo de la cota superficial de 50 u 80 cm. en aquellas zonas afectadas por estas variables.

En el caso que el edificio tenga una junta estructural con soporte duplicado (dos pilares), se efectúa una sola zapata para los dos soportes.

Conviene utilizar hormigón de consistencia plástica, con áridos de tamaño alrededor de 40 mm.

En la ejecución, y antes de echar el hormigón, disponer en el fondo una capa de hormigón pobre de aproximadamente 5 cm de espesor, antes de colocar las armaduras. 

Las Zapatas Aisladas son un tipo de Cimentación Superficial que sirve de base de elementos estructurales puntuales como son los pilares; de modo que esta zapata amplía la superficie de apoyo hasta lograr que el suelo soporte sin problemas la carga que le transmite.

Las zapatas aisladas van arriostradas con riostras de hormigón armado de sección inferior a la zapata.

Pueden ejecutarse de hormigón en masa, es decir sin armar, si las mismas tienen un canto considerable (son las denominadas zapatas macizas).

-Armado de la parte inferior: Se realiza un mallazo conformado por barras cruzadas; la separación entre barras no ha de superar los 30 cm.

-Recubrimiento para evitar corrosiones: Separación de las armaduras, entre 5 a 10 cm. del borde y del fondo de la zapata, dependiendo del tipo de hormigón utilizado y de las características del terreno.

-Barras: Se recomienda utilizar diámetros de barras grandes, mínimo del 12, ante posibles corrosiones.

La armadura longitudinal del pilar llega hasta el mallazo, por lo cual se colocan armaduras de espera iguales que las de los pilares.

-Solape mínimo: Considerar 30 veces el diámetro de la barra más gruesa del pilar.

Normativa referida a zapata aislada de hormigón en masa o armado como cimiento de soportes verticales: Norma Tecnológica NTE-CSZ

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