miércoles, 9 de marzo de 2011

Materiales con que se pueden Construir Cimientos.

Los  materiales con que se  pueden  construir  los cimientos  dependen,  en gran parte,  del grado higrométrico del  terreno y la mayor o menor facilidad que el mismo   tenga para  absorber  el  agua meteórica. Los   tipos de cimentación hasta  ahora conocidos,  aparte del  pilotaje  que señalaremos  o estudiaremos  en  capítulo  aparte,   son:

f) de  ladrillo
g) de  piezas  prefabricadas

martes, 8 de marzo de 2011

MAQUINARIA PARA EXCAVAR ZANJAS: Zanjadoras.

Las zanjadoras reciben  también  el  nombre de  trincheradoras, y son  máquinas  que   arrancan   tierra  de  forma  regular, abriendo zanjas del  ancho   requerido  para   luego  disponer,  dentro  de  las  zanjas, cimientos,  conductos  de tuberías  de  desagües,  de  cables  de  instalación   eléctrica,  etc.

Este   tipo  de  máquina  lo maneja  un   solo  operario (igual  que  la  anterior) y  van  excavando  a  la  vez  que  avanzando  en  el   trabajo.  Su  manejo  es  sencillo,   como  el  de  un  tractor.

Los  anchos  y  profundidades  a  realizar  son  variables,  así  las hay  que excavan  trincheras  desde  40  a  150  cm  de  ancho  y  hasta  3'80  m  de  profundidad.

Están  formadas  por  un  aparato  motor  que  actúa  sobre  una  hilera  continua  de  cangilones  metálicos,  los  cuales  pasan  por  un  botalón  telescópico, pudiendo  excavar  a   razón  de  2'50  metros longitudinales  por  minuto.

A  este   tipo   corresponde  la  zanjadora  de  la   figura  60. Hay   también  máquinas  más  pequeñas,   igualmente  en  forma  de   rosario  los  cangilones,   y montadas sobre  carriles. Estas excavan en  un ancho máximo de 90 cm y una profundidad  de 2'50  metros.

 figura 60


figura 61

figura 62


Las  zanjadoras  gigantes  pueden   excavar  2'60  m  de  ancho  a  5  m  de profundidad.

El  rosario va  inclinado   (aun cuando  también  pueden  realizar cortes verticales),  transportando la  tierra  movida hacia arriba,  para descargar a un lado sobre la orilla de la zanja  abierta e incluso directamente, si el  material no  va  a  ser  aprovechado  nuevamente,  sobre  camiones  de  transporte  (figuras  61  y  62).

Azadón mecánico para la Excavación de Zanjas.

El azadón mecánico es una máquina para  trabajar en movimiento de  tierras  a  nivel   inferior  a su sustentación  o ligeramente  superior a ésta. Tiene especial  aplicación para hacer  trincheras y zanjas, pues su brazo y la cuchara de que va  provisto puede  trabajar  a 7 metros bajo su nivel de sustentación, y  por  encima  de éste, 3 metros.

figura 58


En  la   figura  57  puede  verse   la  construcción  de  una  zanja  para  tubería construida  por  un  azadón;  en  la   figura 58, una   máquina  de   este  tipo   con entera  movilidad  montada  sobre  camión,  y  en  la  59,  un  azadón  mecánico remolcado  por   tractor, adecuado  para  pequeñas  excavaciones.

figura 58

figura 59

lunes, 7 de marzo de 2011

Operaciones de Agotamiento.

Es  frecuente que  al  hacer  una  excavación  más o menos  profunda  haga su  presencia  el  agua.  Esto  sucede  cuando  se   llega  a  una  cota   inferior  del nivel freático, y es entonces cuando no sólo  se hace necesaria su extracción, sino que   la misma debe ser continua hasta que los orificios  por donde pase el  agua  sean  tapados  convenientemente.

Uno  de  los  procedimientos  más  utilizados  es  el  agotamiento  mediante bombas  en  caso  de  que  las  filtraciones   sean  pequeñas  y  fluyan  de  forma regular,   en  cuyo  caso  el  agotamiento  deberá  ejecutarse  sin   interrupción alguna.  Sin  embargo,  este  método  no  es  aconsejable  cuando  se  trate  de suelos  de   composición  arenosa, pues si   ésta  es  fina  existe el  peligro  de  que sea  absorbida  por  la  propiabomba, produciéndose  una  subpresión  hidráulica,  lo que  puede  dar   lugar  a   la  formación  de  arenas  movedizas.

Si  antes  de  proceder  a  la  excavación  o  vaciado  de  un  terreno  para  cimentación,  de  los  sondeos  preliminares  sacamos  la  conclusión  de  que a cierto  nivel del  subsuelo existe  agua  que  conviene  extraer,   se emplean  los tubos  sonda  a que nos   referimos,   los  que, en   su  parte  interior,   llevan  para la protección de  los orificios  una  tupida  tela metálica que hace  las  veces de filtro;  y en  la  parte  superior,  conectado  al  tubo de  aspiración,  una  bomba de  agotamiento.

Toda  operación  de  agotamiento  deberá  ser  vigilada,  no  sólo  durante  la construcción   de   la   cimentación   propiamente  dicha,   sino  algún   tiempo después.

Figura 52.

Para  sacar  el  agua  es  muy  recomendable  hacer  un  pozo   de  toma  o sumidero,  que   se   irá   profundizando a medida que se  continúa con la  excavación   (fig.  53),  a  cuyo   lugar  deberá  ser  dirigida  el  agua  mediante  pendientes  apropiadas.

Una  cuestión  importante  es  elegir bien   la  situación  de   los pozos de  agotamiento.


El  número de  éstos  variará con  arreglo  a  la  extensión  e importancia  de   la  obra  y  de  las   facilidades con  que  se  cuente para  la evacuación del  agua.   En  cuanto  a  su  situación, una  norma  general  (salvo excepciones que  teóricamente  no  son  previsibles) son  las esquinas o ángulos del  edificio a  construir. Los  pozos  deberán  tener una   sección  de  unos  dos  metros  en cuadro por 1'20  de profundidad,   aproximadamente, por debajo del   nivel de  los  cimientos.

Para   profundidades   mayores de los 7  metros,  que   es  prácticamente la altura   máxima   de  operación   de    las  bombas,  se  colocarán   las  mismas  por debajo de   la  rasante  del   terreno y por encima de la  capa  freática.  De  este modo el  agua  llegará  hasta  la  boca  de descarga por  efectos de   impulsión, en cuyo  punto  se  realiza  el  desagüe  mediante  zanjas  o   tuberías.


Las   bombas   más    frecuentemente usadas   son   las   de   diafragma   (figura  54), accionadas  a  mano o  con  motor,  y  las bombas centrífugas  (figs. 55 Y  56).

Indudablemente  que  la  más  aconsejable  para  esta  clase  de    trabajo  es la  bomba  centrífuga,  cuyas  dimensiones  dependerán  del  volumen  de  agua a  elevar.  Suelen  estar  provistas de  un tubo  de  succión  extensible  mediante prensaestopas,  y  provisto  de  una  válvula  de  pie.  El  prensaestopas  permite alargar   el  tubo  de succión  sin  dificultad  a medida que  se  va profundizando el pozo. Hay que disponer  de las  cadenas o cables necesarios  para  que,  fijados  estos  amarres  junto  a  la  bomba,  se  pueda   trasladar con  alguna  comodidad.  Debe   tenerse  especial   cuidado  en que las  juntas del   tubo de succión sean perfectamente impermeables,  para   lo que se utilizarán   anillos de goma.

Hay  alguna  ventaja  en  colocar  la  bomba  algo  desviada   del  pozo  con objeto  de  que  la  boca  de  éste  quede   lo  más  despejada  posible.   Parte  del rendimiento  de  la  bomba  se  pierde  por  rozamiento  del  agua  en  los  codos, pero  la  pérdida  es  menor  que  la  utilidad  que  reportan.  Los  codos  deben tener  un  radio  lo más  amplio posible.  Las  bombas centrífugas  (como  se ha dicho  anteriormente)  pueden    elevar  el  agua  hasta   los  8  metros  de  altura, pero  cuando  dan  su  máximo  rendimiento  es  en  la  comprendida  entre  los 2  y  2'50  metros.






Excavación de Pozos para Cimientos de Pilares.

La  excavación  de pozos .para pilares  está sujeta  a  las mismas  reglas que las  preconizadas  para   la  excavación  de  zanjas.

Los pozos   formarán,  una  vez   rellenos,  lo que  en  construcción  se denomina   cimentación aislada, de  la que ya  hablaremos en el próximo capítulo, y es e l  lugar donde se exige más  resistencia al  terreno  por  la  razón de que la carga será más  concentrada,  pues en  una cimentación corrida,  aquélla se reparte más uniformemente a  todo su   largo.

En  una  estructura  de  hormigón  armado, el  pozo  para  pilares  adquiere una máxima   importancia,  ya  que de  él dependerá  la  estabilidad  de   todo el conjunto.  Por  poco  importante que sea el edificio,  tendrá como mínimo  un metro  de  lado,   siendo  su  profundidad  la  que  de  antemano  hayan  dictado los  ensayos  sobre  la  resistencia  del  terreno.

domingo, 6 de marzo de 2011

Entibaciones para Zanjas, Vaciados y Pozos.

Hay  muchas  clases  de  entibaciones,  pero  ciñéndonos  a   lo  meramente constructivo,  señalaremos  tres   tipos  de   entibaciones  para  zanjas,  vaciados y  pozos.

Las entibaciones  tienen  como principal  misión  la de  proteger  al obrero cuando éste ejecuta  una  tarea  bajo la  rasante del  terreno.  Mientras que las zanjas o  pozos  son  de  poca  profundidad  y se  tiene la seguridad de que el terreno es coherente,  no es necesario   tomar   tal precaución;  pero  si, por  el contrario,  se  trata  de  terreno  movedizo  o  poco  consistente,   entonces  es cuando se impone la entibación, sin escatimar material alguno, pues en estos casos  un  ahorro  mal  entendido  de  madera  puede  conducir  a   lamentables fracasos, muy difíciles de compensar  por  tratarse  de  vidas humanas que se ponen  en  juego.

Por   lo   tanto,  entibación  es  la  operación  destinada  a  la  contención  de tierras, que se   realiza  de manera  transitoria  (hasta  el  relleno  del  cimiento) mediante  piezas  de  madera,  cuyo   sistema  varía  con  arreglo  a   la  clase  de excavación  de que  se   trate así como de la calidad del,  terreno.

En el caso de que éste sea  algo consistente, bastarán unos  tablones  adosados  a la zanja y unos codales de  rollizo para  impedir  el  desprendimiento de tierras. Los codales no entran a presión, sino que ésta se realiza mediante un  par  de  cuñas que se  introducen  entre la  testa  del rollizo y   la  tabla  o el tablón  de sujeción  conforme se  dispone  en  la  figura 42.



El  sistema  de  acodalamiento de  las  figuras 47 y 48 se  efectúa, en el  primer  caso  (fig.  47)  mediante  unos  codales  sobre  una  alfarjía  o  tablón  que distribuye  la  presión  uniformemente  por  todas   las  tablas:  y  en  el   segundo se realiza por  tablones  que  sustituyen  a  los codales.


Las  entibaciones  de   los  vaciados  difiere  de  los  anteriores  en  que  éstas no  pueden  realizarse  por  presión  contra  los  dos  paramentos  verticales,  ya  que  sólo  existe   uno,   por  lo  que  debían   realizarse  mediante   tornapunras.


La  entibación  en  este  caso  se  realiza  (fig.  49)  con   un  forro  de  tablas  o   tablones  disponiéndolas  vertical  u  horizontalmente,  según  se   trate de  las primeras  o  de  las  segundas,  unidas  por   una  alfarjía.  A  cierta  distancia  se colocan  unos  tacos de  madera  hincados en  el suelo, y entre éstos  y las alfarjías  se coloca el  tornapunta. En  la citada  fig. 49 hay dos  tornapuntas que son los  que  en  realidad  absorben  el  empuje  de  las   tierras.

Esta entibación  se  desarma  a  medida  que   se  va  construyendo  el  muro, siendo  conveniente  dejar  algunos  huecos  en  el  mismo  para  mantener  algunas  tornapuntas,  hasta  que  el  mismo  tenga  la  altura  y  la  rigidez  necesaria para  que  su  continuación  no  ofrezca  peligro  alguno.


Seguidamente  presentaremos  los  tipos  que  para  entibación  de  pozos  se utiliza  más  corrientemente.


Para  pozos  circulares  se  realiza   un  forrado  de  tablas  de  la  pared   del pozo mediante   tablas  verticales  y  estrechas,  las  que  permiten,  más  que  las anchas,  una  mejor  adaptación  a   la  forma  circular;   estas  tablas se  sostienen mediante  unos  anillos  extensibles  de  hierro  (fig.  50).

Este  sistema posee el  inconveniente  de que, como las  tablas  tendrán  una  longitud  menor  que  la  profundidad  del   pozo,  el  entibado  quedará  cortado y,   por   lo   tanto,  formará  dos  zonas,  existiendo  el  peligro   de  que,  al  ser  independiente  una  de  otra,  haya  derrumbamientos. Esto  puede  evitarse  n o emparejando   tablas  de  igual   longitud,  sino  alternando   unas  más   largas con  otras más cortas con el fin de presentar  un  entibado de superficie descontinua  y que las zonas queden  enlazadas  entre si.

Las  entibaciones  de  pozos rectangulares son más  fáciles  de  realizar,  ya que  todo  se  reduce  a un forrado de  tablas, que   se pueden  disponer  de  manera horizontal o vertical, aconsejándose  esta última por el ahorro de  tabla que  supone  el  aserrado  que  sería   necesario  ejecutar  en  la  primera,  y  un acodalamiento de rollizo que se fija mediante cuñas, tal y como se  indica en la   figura 51, que  representan  el   alzado  y  la  sección.

Esponjamiento de los Terrenos.

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