La cimentación resuelta con mampostería hormigonada constituye una derivación de la anterior con la diferencia de que, en vez de utilizar el mortero como material de agarre, se utiliza el hormigón.
La piedra se dispondrá en hiladas horizontales. En cuanto al vertido del hormigón, podremos decir que colocada la primera hilada de piedra se recubrirá con una capa de hormigón que será apisonada con todo vigor, a fin de que «la grasa" se introduzca por todas las juntas que pudieran quedar.
La mampostería hormigonada se realiza mediante banquetas escalonada para dar lugar (fig. 65), a que la piedra sea colocada como si se tratara de mampostería.
Este trabajo tiene 4 importantes fases:
1. ª Al comenzar la cimentación, se echará en el firme la primera tongada de hormigón, que un peón, calzado con botas de goma y provisto de un rastrillo repartirá a lo largo de la zanja de forma que venga a quedar de unos 10 cm de espesor.
2." El oficial, provisto de paleta sentará la primera hilada de piedra, calzándola lo suficiente con el mismo hormigón de la zanja, cuidando especialmente de que ninguna zona de su asiento quede en falso o con alguna oquedad.
3.ª Posteriormente se volverá a echar otra tongada de hormigón equivalente a la primera, en cuanto a espesor, que será igualmente repartida por el mismo procedimiento aprisionando después.
4." Volverá a ponerse otra hilada de piedra, pero esta vez retranqueada 50 ó 60 cm con el fin de presentar un buen enlace cuando se continúe el trabajo; y así sucesivamente hasta su coronación procurando hacerla coincidir con hormigón, cuya superficie se dejará a «paso reglan, o sea sin rematar, para que luego el mortero de arranque de los muros «haga clavo" en las rugosidades; obteniéndose con esto una más íntima unión entre cimentación y paredes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario