Para la estimación de la resistencia del hormigón mediante la extracción de probetas testigo es necesario tener en cuenta las dimensiones, esbeltez y conservación de las mismas, en relación con las probetas enmoldadas de 15 x 30 cm2 utilizadas en el control. Por otra parte, un testigo extraído del tercio inferior de un muro o pilar suele dar resultados del orden de un 10 por 100 superiores a los extraídos del tercio superior, debido a la mejor compactación del hormigón en aquella zona.
Dados los márgenes de variación de los diversos coeficientes
que relacionan la resistencia en probeta enmold2uti Y en probeta testigo, los
resultados de estas últimas no deben utilizarse, como norma general para
decidir si se cumplió O no el contrato de suministro del hormigón, ya que este
contrato se establece sobre la base de probetas ene moldadas. Las probetas
testigo encuentran su verdadera aplicación cuando se trata de estimar la
capacidad resistente del elemento en entredicho y, con ella, el eventual descenso
del coeficiente de seguridad teórico. En tal caso, para formar un juicio
definitivo hay que tener en cuenta que parte de dicho coeficiente de seguridad
se destina a cubrir las incertidumbres relativas al transporte, colocación,
compactación y curado del hormigón las cuales aparecen ya recogidas por las
probetas testigo.
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