Cuando para encontrar un terreno firme sobre el que asentar el edificio deben excavarse profundidades superiores a los 2 metros, desde el punto de vista económico no es aconsejable el cimiento continuo y es entonces cuando se recurre a la cimentación llamada discontinua.
Cimentación discontinua es aquella que está formada por una base previa de pilares o bóvedas, sobre la que se establece la obra de fábrica; o sea que en vez de efectuar la excavación en zanja, se procede:
1.º A la construcción de pozos de cimentación que estarán separados unos de otros, como máximo de 3 a 4 metros. El material de relleno de estos pozos, es el hormigón. También se puede utilizar el ladrillo.
2." Construcción de arcos entre pozo y pozo de cimentación. Estos arcos son de obra de fábrica o de hormigón, llamados usualmente arcos de descarga.
3." Cimentación continua sobre la base formada, con obra de fábrica corriente.
Los pozos se procurarán distribuir entre los puntos más cargados (ángulos, entrepaños, etc.), pueden tener sección rectangular. El relleno de los pozos con hormigón se efectúa por capas sucesivas de 20 a 30 cm bien apisonadas.
Las cimbras de los arcos de cimentación las forma el terreno mismo, para lo cual se acondiciona el terreno mediante riegos y apisonado.
Los arcos pueden ser: de medio punto (véase fig, 23), rebajados o elípticos, aplicándose estos últimos cuando los pozos estén muy distanciados unos de otros, en cuyo caso es necesario unirlos en los arranques con una varilla de hierro para compensar empujes, como puede verse en la figura 24 del primer capítulo.
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