En los muros de retención perimetrales, los empujes horizontales considera dos
no podrán ser inferiores a los producidos por el agua y el suelo en estado de
reposo, adicionando los debidos a sobrecargas en la superficie del terreno o a
cimientos vecinos. La presión horizontal efectiva transmitida por el suelo en
estado de reposo, se considerará por lo menos igual al 60 por ciento de la
presión vertical actuante a la misma profundidad. Las presiones horizontales
atribuibles a sobrecarga podrán estimarse por medio de la teoría de la
elasticidad.
Deberán tomarse medidas para que entre las cimentaciones de estructuras con tiguas no se desarrolle una fricción que pueda dañar a cualquiera de las dos como consecuencia de eventuales movimientos relativos. Por otra parte, se verificará que no pueda ocurrir extrusión del suelo de cimentación entre ambas subestructuras.
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