Figura 23
Figura 24
La distancia entre barrotes ser de unos 80 cm, aunque como ya hemos indicado, ser la presión del hormigón a soportar la que mande a la hora de disponer el embarrotado.
Cuando el terreno sea lo suficientemente consistente y su rasante coincida con la de la base del cimiento (total o permanentemente), se puede emplear cualquiera de los dos tipos de encofrado indicados en las figuras 25 y 26.
Figura 25
Figura 26
La figura 27, representa el corte transversal de un encofrado como los descritos.
Una vez ya previsto el tipo de tablero a emplear, confeccionado en el taller y trasladado a obra, procederemos a la puesta en obra.
Figura 27
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