domingo, 6 de marzo de 2011

Entibaciones para Zanjas, Vaciados y Pozos.

Hay  muchas  clases  de  entibaciones,  pero  ciñéndonos  a   lo  meramente constructivo,  señalaremos  tres   tipos  de   entibaciones  para  zanjas,  vaciados y  pozos.

Las entibaciones  tienen  como principal  misión  la de  proteger  al obrero cuando éste ejecuta  una  tarea  bajo la  rasante del  terreno.  Mientras que las zanjas o  pozos  son  de  poca  profundidad  y se  tiene la seguridad de que el terreno es coherente,  no es necesario   tomar   tal precaución;  pero  si, por  el contrario,  se  trata  de  terreno  movedizo  o  poco  consistente,   entonces  es cuando se impone la entibación, sin escatimar material alguno, pues en estos casos  un  ahorro  mal  entendido  de  madera  puede  conducir  a   lamentables fracasos, muy difíciles de compensar  por  tratarse  de  vidas humanas que se ponen  en  juego.

Por   lo   tanto,  entibación  es  la  operación  destinada  a  la  contención  de tierras, que se   realiza  de manera  transitoria  (hasta  el  relleno  del  cimiento) mediante  piezas  de  madera,  cuyo   sistema  varía  con  arreglo  a   la  clase  de excavación  de que  se   trate así como de la calidad del,  terreno.

En el caso de que éste sea  algo consistente, bastarán unos  tablones  adosados  a la zanja y unos codales de  rollizo para  impedir  el  desprendimiento de tierras. Los codales no entran a presión, sino que ésta se realiza mediante un  par  de  cuñas que se  introducen  entre la  testa  del rollizo y   la  tabla  o el tablón  de sujeción  conforme se  dispone  en  la  figura 42.



El  sistema  de  acodalamiento de  las  figuras 47 y 48 se  efectúa, en el  primer  caso  (fig.  47)  mediante  unos  codales  sobre  una  alfarjía  o  tablón  que distribuye  la  presión  uniformemente  por  todas   las  tablas:  y  en  el   segundo se realiza por  tablones  que  sustituyen  a  los codales.


Las  entibaciones  de   los  vaciados  difiere  de  los  anteriores  en  que  éstas no  pueden  realizarse  por  presión  contra  los  dos  paramentos  verticales,  ya  que  sólo  existe   uno,   por  lo  que  debían   realizarse  mediante   tornapunras.


La  entibación  en  este  caso  se  realiza  (fig.  49)  con   un  forro  de  tablas  o   tablones  disponiéndolas  vertical  u  horizontalmente,  según  se   trate de  las primeras  o  de  las  segundas,  unidas  por   una  alfarjía.  A  cierta  distancia  se colocan  unos  tacos de  madera  hincados en  el suelo, y entre éstos  y las alfarjías  se coloca el  tornapunta. En  la citada  fig. 49 hay dos  tornapuntas que son los  que  en  realidad  absorben  el  empuje  de  las   tierras.

Esta entibación  se  desarma  a  medida  que   se  va  construyendo  el  muro, siendo  conveniente  dejar  algunos  huecos  en  el  mismo  para  mantener  algunas  tornapuntas,  hasta  que  el  mismo  tenga  la  altura  y  la  rigidez  necesaria para  que  su  continuación  no  ofrezca  peligro  alguno.


Seguidamente  presentaremos  los  tipos  que  para  entibación  de  pozos  se utiliza  más  corrientemente.


Para  pozos  circulares  se  realiza   un  forrado  de  tablas  de  la  pared   del pozo mediante   tablas  verticales  y  estrechas,  las  que  permiten,  más  que  las anchas,  una  mejor  adaptación  a   la  forma  circular;   estas  tablas se  sostienen mediante  unos  anillos  extensibles  de  hierro  (fig.  50).

Este  sistema posee el  inconveniente  de que, como las  tablas  tendrán  una  longitud  menor  que  la  profundidad  del   pozo,  el  entibado  quedará  cortado y,   por   lo   tanto,  formará  dos  zonas,  existiendo  el  peligro   de  que,  al  ser  independiente  una  de  otra,  haya  derrumbamientos. Esto  puede  evitarse  n o emparejando   tablas  de  igual   longitud,  sino  alternando   unas  más   largas con  otras más cortas con el fin de presentar  un  entibado de superficie descontinua  y que las zonas queden  enlazadas  entre si.

Las  entibaciones  de  pozos rectangulares son más  fáciles  de  realizar,  ya que  todo  se  reduce  a un forrado de  tablas, que   se pueden  disponer  de  manera horizontal o vertical, aconsejándose  esta última por el ahorro de  tabla que  supone  el  aserrado  que  sería   necesario  ejecutar  en  la  primera,  y  un acodalamiento de rollizo que se fija mediante cuñas, tal y como se  indica en la   figura 51, que  representan  el   alzado  y  la  sección.

2 comentarios:

  1. Me ha interesado el articulo, pues me ha despejado varias dudas que tenia al respecto de construccion, zanjas y cimientos.
    Por lo menos ahora el tema esta un poco mas claro para que pueda tomar medidas y verificar mis diseños.

    SOLDADORA MIG

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