Para terrenos eminentemente secos y para edificios de tipos chalet o casita de campo, no hay inconveniente en construir la cimentación con ladrillo macizo o mejor aún con el ladrillo denominado "gafa" que es el que tiene dos agujeros en el centro en forma de óvalo. Este ladrillo tiene la ventaja de que, al introducirse el mortero por los referidos agujeros, éstos se opondrán al deslizamiento con mucha más firmeza que los corrientes.
El ladrillo deberá estar bien cocido, no tendrá caliches y sus superficies deberán presentar un aspecto rugoso. Toda su masa será de composición homogénea. La prueba práctica de la calidad del ladrillo se hace frotando uno contra otro, pues si está bien cocido sus superficies permanecerán inalterables mientras que, en caso contrario, su masa se desmoronará. Otra prueba consiste en golpearle con un objeto duro, debiendo el sonido resultante ser agudo, metálico.
La cimentación con ladrillo se ejecutará con arreglo a las normas existentes para los muros, previniendo y dejando los pasos correspondientes a las tarjetas, las que se construirán mediante pilastras haciendo, como dintel de las mismas, unas cuantas vueltas a modo de arco de descarga.
Antes de su puesta en obra, los ladrillos deberán ser regados con abundancia y puestos sobre las hileras a restregar sobre buena pasta de mortero y, mejor aún, vaciando el cubo por entero y extendiéndole con la paleta. El aparejo más indicado es "a la española)), o sea a tizón con juntas encontradas. Si las paredes de las zanjas con respecto al grueso de la cimentación lo permiten, se dispondrán las miras correspondientes y en todo caso se verificará el nivel, pero nunca se hará de forma que éste apoye directamente en las hiladas, sino en uns regla larga, tal como se enseña en la fig. 85.
Durante el tiempo que dura el fraguado del mortero se mantendrá la cimentación en un buen ambiente de humedad mediante riegos.
Los tendeles no deberán ser excesivos, procurándose un grueso de juntas entre los 5 y los 12 milímetros. Si por cualquier circunstancia, final de jornada, etc., hubiera necesidad de interrumpir la construcción del cimiento convendrá dejarlo en superficie escalonado o mejor aún con entrantes y salientes a modo de dientes, pues de este modo al continuar los trabajos se conseguirá una más perfecta trabazón y continuidad (fig. 86).
En los cimientos escalonados de fábrica de ladrillo, el ancho se aumentará siempre en medio ladrillo, de modo que cada lado cuente con un sobreancho de 1/4 de ladrillos. En las paredes medianeras se da todo el sobreancho, de 1/2 ladrillo, en el lado interior. De este modo los escalones serán:
Fábrica de ladrillo con cal y ensanche en ambos lados, 2 hiladas.
Fábrica de ladrillo con cal y en un solo lado, 4 hiladas.
Fábrica de ladrillo recocido o de máquina, 1 a 2 hiladas.
El escalón inferior se construye, en general, una o dos hiladas más alto, ya que en la hilada inferior, por estar colocada sobre el terreno, a veces deficiente, no se puede contar con la misma resistencia y distribución de fuerzas que en las hiladas superiores.
Las figuras 87 y 88 ilustrarán estos conceptos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario