Uno de los más importantes de la cimentación, es el drenaje y saneamiento. Un terreno puede estar seco en su superficie y luego, al hacer la excavación, nos podemos encontrar con una capa de agua que hay que alejar de la cimentación.
Algunos constructores tienen el criterio de que en vez de efectuar la evacuación de las aguas, es más sencillo realizar enlucidos impermeables en los cimientos que impidan la penetración de humedad en los distintos materiales de que se componen éstos. Efectivamente y aunque en casos débiles esto último es más sencillo, en los permanentes y fuertemente acusados, este sistema da resultados sólo durante cierto tiempo, ya que debido a la enérgica acción de las aguas aparecerán eflorescencias. Por lo que es mucho más recomendable cortar el mal por lo sano efectuando de manera eficiente la evacuación de las aguas.
El agua que puede perjudicar una cimentación puede proceder de muchos sitios y aunque normalmente se consideran las subterráneas y las de lluvia no hay que olvidar la posible presencia del agua motivada por cañerías de conducción, desagües fecales, viejos pozos negros y hasta quién sabe si algún conducto ignorado.
A tenor de esto y como detalle práctico de lo que decimos, relataremos el siguiente caso del cual fuimos testigos presenciales por tener la obra a nuestro cargo:
En la provincia de Valladolid y para el Instituto Nacional de Colonización, construimos una granja escuela para capataces agrícolas, que se alzó en un terreno que en su tiempo fue también granja de un convento.
La construcción de la nueva granja se desarrolló sin ningún impedimento serio.
Entregada la obra y unos meses antes de que terminara el plazo de garantía para la recepción definitiva y devolución de fianza, se recibió en la oficina un oficio del organismo antes citado en el que se invitaba al contratista a reparar con toda urgencia una mancha de humedad que en una de las esquinas del edificio destinado a taller había aparecido.
Personados en la granja con el contratista comprobamos que, en el lugar
indicado, el muro presentaba una gran mancha de humedad de trazado parabólico que necesariamente debía proceder del terreno.
Inmediatamente procedimos a descubrir la parte afectada observando que, a medida que se profundizaba en el terreno. más encharcado se pre-
sentaba éste, hasta el punto de que para que los dos obreros que trabajaban pudieran hacerlo con alguna comodidad, fue necesario proveerlos de botas de goma.
Alcanzada en su profundidad la cota de cimentación -1,50 m- no se observó, fuera del barro, nada irregular; pero al continuar con la excavación y profundizar 70 cm más quedó al descubierto el motivo de aquel desaguisado; una conducción de agua. Una viejísima cañería de barro cocido era el origen de todo. Por lo que luego se vio, no pertenecía a ningún conducto moderno, sino que muchos años antes debió prestar servicio, siendo desconectada después por alguna razón, quedando allí olvidada.
Por todo lo cual debe considerarse la necesidad de evitar todo reblandecimiento de los puntos del terreno donde asienta la cimentación y de los próximos a los muros. La razón de ello se comprenderá fácilmente, pues el terreno seco sufrirá la misma deformación a los efectos de la carga del edificio; en cambio, si el agua se introduce hasta el asiento de los cimientos, se formará una masa de barro esponjoso que cederá, más o menos rápidamente, con el solo peso de los cimientos. La causa de las grietas, en muchos de los casos es precisamente por no haber tenido en cuenta las filtraciones de las aguas desde el primer momento de la construcción, como hemos venido señalando, amén de un escrupuloso reconocimiento del terreno, pues el caso que acabamos de describir, aunque particular, es digno de tenerse en cuenta cuando para construir algo nuevo haya que derribar algo viejo.
Hay muchos procedimientos o métodos para drenar un terreno. El más práctico es el que se ejecuta aprovechando la topografía del terreno.
Se hace por una red de drenes y pozos de drenaje, que se reúnen en drenes o canales colectores de mayor diámetro, hasta terminar en el canal de evacuación (fig. 17). También estas aguas se pueden evacuar por filtración, si hay una capa permeable y, en caso contrario en ríos o arroyos que existan en las inmediaciones, datos que hay que tener en cuenta al proyectar la red de drenaje.
Según la configuración del terreno hay tres procedimientos para la organización de la red de drenaje, y son:
1.º Drenaje longitudinal: en que los drenes se colocan siguiendo las líneas de nivel del terreno.
2.º Drenaje transversal: Los drenes se colocan perpendicularmente a
las líneas de nivel del terreno.
3.º Drenaje en ziz-zag: En esta forma de drenaje, la disposición de los colectores es formando ángulos de 90" entre sí.
El ángulo que forman los drenes en su unión con los colectores deberá ser como mínimo de 60".
Al planear el sistema de drenaje tendremos en cuenta, además de la pendiente del terreno, el dar a los drenes la pendiente necesaria para que la velocidad del agua en su interior esté entre ciertos límites, para evitar que, por poca velocidad, se depositen los materiales que arrastra y para evitar la corrosión de los drenes por la velocidad excesiva del agua.
CIMENTACIONES: Drenaje y Saneamiento del Terreno - Parte II.
CIMENTACIONES: Drenaje y Saneamiento del Terreno - Parte II.
estimados quiero diseñar un drenaje a un terreno de 5000 mts y también sacar costos . tengo la napa en invierno a .80 cm y verano baja hasta mts. ahora el mes de sept. en chile llovio demasiado que la napa subio mas de lo normal provocando inundación en terreno y ya están dos casas construidas.
ResponderEliminarfavor de contactarme cel 98925829 para ver la posibilidad de trabajar .