Los ensayes que se emplean en la industria de la construcción pueden ser de campo o de laboratorio, pudiendo ser destructivos y no destructivos. En todo caso los ensayes se deben apegar a normas estándar para garantizar la reproducibilidad de resultados. En el caso de no existir normas para la realización de los ensayes, tanto el dueño de la obra como el constructor o contratista se deben poner de acuerdo en el procedimiento a seguir, se recomienda que este procedimiento esté de acuerdo al avance experimental que se haya tenido en el área respectiva. No se puede concebir un programa de control de calidad en la construcción sin la ejecución de ensayes o pruebas.
En México los ensayes de los materiales de construcción se realizan de acuerdo a las normas mexicanas denominadas NMX, por ejemplo la NMX C-61 permite determinar la resistencia a compresión del cemento Portland, esta norma es similar a la norma norteamericana ASTM C-109. De hecho muchas normas mexicanas se basan en adecuaciones de diversas normas norteamericanas de entre las cuales destacan las ASTM.
La adopción de normas no garantiza la consecución de calidad en las obras, a menos que exista una adecuada supervisión o inspección de los trabajos de construcción. Además, es imprescindible que tanto el personal técnico que realiza las pruebas como el mismo laboratorio de pruebas estén debidamente acreditados. Esto significa, que para que una prueba esté bien realizada, debe ser ejecutada por el personal calificado de un laboratorio de pruebas certificado ante el organismo oficial competente. En México, la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, publicada en 1992 instituye el Sistema Nacional de Acreditamiento de Laboratorios de Prueba (SINALP), este organismo que depende de la Dirección General de Normas tiene por objetivo agrupar a los laboratorios acreditados. El acreditamiento de los laboratorios se tramita a través de los diferentes entidades y comités que constituyen el SINALP, por ejemplo los laboratorios que deseen prestar servicios a la industria de la construcción deben llenar los requisitos establecidos por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA). Los procesos de acreditación toman tiempo requieren de mucho esfuerzo para mantener y renovar las acreditaciones ya que estas tienen un período de validez. Ya existen muchos laboratorios acreditados que operan en la
República Mexicana en las secciones de concreto, agregados y cemento y continuamente se suman laboratorios que permitirán una mejor cobertura de otros materiales de la industria de la construcción.
Como se puede observar, la existencia del SINALP favorece un ambiente de competitividad entre los constructores, puesto que al emplearse laboratorios acreditados se tiene una mayor confianza en los resultados de las pruebas de laboratorio y esto permite un mejor control de la calidad de las obras.
La construcción es una actividad bastante compleja en donde intervienen muchos factores que inciden en la calidad final de las obras, obviamente los materiales son elementos primordiales, sin embargo, no basta con saber que los materiales cumplen con las normas o especificaciones preestablecidas, sino que es necesario hacer un buen uso de ellos, integrándolos a la obra de acuerdo a los procedimientos constructivos adecuados. Por ejemplo, se puede contar con un cemento que cumple las normas, con una arena que cumple las normas, con un agua que también cumple las normas y sin embargo se puede hacer un mal concreto y un mal colado de un cierto elemento estructural. De aquí que es necesario contar con una buena supervisión o inspección de los trabajos de construcción. En México existe un Programa de Certificación del ACI para Inspectores de Concreto creado por un Comité de Certificación ACI, por medio de este programa se imparte la capacitación adecuada para que el aspirante reciba después de cumplir con los requisitos, un certificado como Inspector de Concreto en diferentes campos o áreas. Desafortunadamente existen muchas áreas de la construcción que aún no cuentan con programas semejantes, y en esos casos la calidad de la supervisión descansa en los programas particulares de las empresas ligadas a la industria de la construcción.
Con la apertura del Tratado Trilateral de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos y México, la industria de la construcción está experimentando grandes cambios. Particularmente el ingeniero civil se encuentra inmerso en una actividad que está siendo invadida por nuevos sistemas constructivos y nuevos materiales, además de nuevas filosofías y prácticas cuyo objetivo es la calidad total de las obras. La competencia se espera tan dura que solo sobrevivirán aquellas empresas constructoras que tengan los recursos y deseos de reorganizarse o aliarse con empresas extranjeras. De ahora en adelante, las grandes obras y aquellas que requieran de una ejecución impecable solo serán otorgadas a empresas constructoras que garanticen la calidad de las mismas, esto solo se puede lograr si las propias empresas adoptan estándares de calidad en todas las áreas que les competan, ya sean administrativas o técnicas.
Con el propósito de establecer los criterios para el desarrollo y la implementación de un sistema de calidad en la industria de la construcción, México ha decidido adoptar los estándares de la International Organization for Standardization (ISO), particularmente aquellos que se refieren a la construcción designados como serie ISO 9000. Las normas ISO 9000 proporcionan las bases y guías adecuadas para que las empresas establezcan sistemas de calidad en sus organizaciones. Esto permitirá que las empresas constructoras logren una mayor consistencia en la calidad de las obras terminadas, ganándose la confianza del cliente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario