Partiendo de la base de que la cimentación de un edificio deberá ser siempre horizontal y lo más nivelado posible, es completamente improcedente cimentar en un terreno inclinado siguiendo la rasante del terreno.
Figura 160
Para salvar esta dificultad, la excavación se hace escalonada (fig. 160) al objeto de que el plano de asiento sea también horizontal. Sabido es que todo cimiento trabaja a la compresión y si se cimentara siguiendo el plano inclinado, las fuerzas verticales intentarían seguir esta pendiente y el peligro de deslizamiento estaría siempre presente.
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